Indudablemente los software de gestión empresarial propician mejoras sustanciales y efectividad de la información. Sin embargo hay que tener cuidado en la implantación, aquí unos puntos importantes a considerar:
Limitada comunicación entre responsables: Los directivos de las empresas delegan la supervisión del proyecto de implantación del sistema a cargos inferiores. Este hecho no provocan ningún problema si estos últimos tienen presente ciertos aspectos como los objetivos, características técnicas, puntos críticos, recursos disponible, entre otros. Lo ideal es crear un grupo de trabajo previamente formado.
Objetivos confusos: Tener claro el objetivo a conseguir y el plazo de tiempo. Verificar que los objetivos sean acordes a los recursos disponibles.
Poco conocimiento de las necesidades: Cuidado con las empresas no tienen claras sus necesidades reales, aquellas que tienen una relación directa con la productividad y la eficiencia de los procesos de negocio. Cada empresa es única y necesitará un software que se adapte a sus necesidades concretas.
Miedo al cambio: Cualquier sistema de gestión empresarial tiene como objetivo principal cambiar la forma de realizar los procesos. A causa de falla de comunicación entre los diferentes eslabones de la empresa se puede ocasionar una resistencia al cambio de procesos de gestión.
Errores en el cálculo de los tiempos: Un software de gestión empresarial requiere de cierto tiempo de instalación. Cualquier discrepacia genera desmotivación y seguramente omisiones de proceso.
Falta de formación: El proveedor de software debe asesorar y formar al personal para usar correctamente el sistema. Por ello, se sugerimos instalar aquellos sistemas que tengan un uso práctico e intuitivo, de esta forma el proceso de formación será rápido.
En conclusión, los fallos suelen derivar de la falta de asesoramiento previo al proceso de instalación. Contamos con el equipo experto para preparar la migración de sistemas y en su caso, corrección de procesos.